jueves, 16 de enero de 2014

Estación San Rafael

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Luego de un arduo viaje habiamos hecho una parada en la ciudad de San Rafael que sin saberlo nos encontramos con un increible evento, no cualquiera, sino un acto organizado por los vecinos de la zona, el museo y la municipalidad de los 110 años de la llegada del primer tren a San Rafael Mendoza!!.

Alli se encontraba el último jefe de estación que trabajo en ella, chicos y grandes vestidos de epoca como si el tren volviera a pasar para revivirlo....

El acto se conmemoró un jueves por la noche con un acto frente al Museo Ferroviario de San Martín y Zapata, donde hubo recuerdos y hasta danzas para recordar este momento tan grato para la sociedad sanrafaelina, cuando aquel bólido de hierro arribaba por primera vez a la entonces Colonia Francesa.

Mucho trabajo costó que llegara el tren a esta parte de la provincia, un compañero que supo traer sonrisas y desarrollo al sur provincial, pero hace ya dos décadas que los rieles dejaron de recibir su visita, y solo cuentan con el herrumbre tradicional del paso de los años sin uso.

Actualmente el sueño de recuperar el ferrocarril sigue vigente. Si bien es una tarea complicada, no es imposible. La salida de América Latina Logística, los proyectos de los pasos binacionales y el incipiente renacimiento del ferrocarril abren una luz de esperanza para volver a verlo por estos lares, y que el hermoso museo ferroviario deje de ser tal para volver a sentir el fragor del pasajero.

Los mejores ejemplos para que el recuerdo no sea olvido son los dos estandartes que nos recuerdan la importancia del tren. La locomotora 315 (la primera que llegó a San Rafael, utilizada en la construcción de la vía de Las Catitas a San Rafael del Gran Oeste Argentino) posada a un lado de la rotonda de la bandera, y la recientemente recuperada locomotora traída desde Monte Comán que data de 1880 y fue recientemente restaurada.

Ellas dos, acompañadas por el museo, los historiadores y los viejos ferroviarios son el primer sostén para que el sueño sea realidad. Por ahora trabajan para proteger el patrimonio ferroviario, y ojalá, en el corto plazo lo hagan con la vuelta del tren y con los rieles recuperando el brillo que nunca debieron perder.




Fachada principal de la Estacion San Rafael
















La locomotora formó parte de los primeros años del ferrocarril en nuestro medio, participó de alguno modo en la potencialización de nuestra economía y el desarrollo que alcanzó el departamento. Recorrió miles de kilómetros por diversas provincias que unieron a San Rafael con el país y a partir de ahora quedará enmarcada como una reliquia para orgullo de los sanrafaelinos”. Estuvo arrubada a la desidia por 80 años!!


















 Fue la primera locomotora que llegó a San Rafael, el recordado día 8 de noviembre de 1903, tirando al tren que venía desde Mendoza y que fue conservada con el Nº315.
Esa negra máquina, de origen inglés, fue armada en el condado de York, en la ciudad de Sheffield, en la fábrica Yorkshire Engine CºLimited; al salir de fábrica, en el año 1871, portaba el Nº168. Fue cargada con otras dos similares a ella, en 1873, en un barco que se dirigía al Río de la Plata. En ese momento la entrada al Río de la Plata era muy accidentada, ya que es un río donde se forman muchos bancos de arena por todo el material sedimentario que le proporciona el río Paraná. Ahora el dragado es permanente, pero antiguamente no se hacía y el barco encalló y dos de las máquinas cayeron al agua frente a Montevideo. Se extrajeron y por suerte, ya que aún el río no estaba contaminado, no sufrieron ningún daño.
Al arribar a Buenos Aires fueron adjudicadas al Ferrocarril del Sur y circularon por sus rieles por más de 20 años, llevando el material para la construcción de vías; eran sólo utilizadas para transporte de material.
La firma Hopkins & Gardom comenzó a utilizarla para el tendido de las vías Las Catitas-San Rafael, para el Ferrocarril Gran Oeste Argentino, administrado por empresarios ingleses a partir de 1902.
La negra locomotora trabajó muchísimo, iba y venía cargando el material necesario para el tendido de la línea: los durmientes, enormes troncos de quebracho, las vías de hierro fundido, el material de construcción para las estaciones y los andenes, los tanques de agua, y también al personal que trabajaba en las obras. Todo estaba por hacerse y se trasladaba con la “gran máquina de hierro” a vapor, alimentada con carbón. Pensemos en los duros durmientes, que ahora, lamentablemente, al dejar de funcionar el ferrocarril quedaron abandonados y mucha gente los ha sacado para hacer pisos o para quemar; los durmientes son durísimos ya que como les comenté son de madera de quebracho, árbol que tarda 200 años en desarrollarse, es prácticamente indestructible por la naturaleza, pero no por la mano del hombre. El hierro de los rieles también ha sido extraído por manos anónimas y utilizado en distintas construcciones.
Fue la máquina que llegó el 22 de agosto de 1903 a Cuadro Nacional, donde todos celebraron, en especial la familia Salas, creyendo que esa estación sería la terminal de la línea, pero no lo era.
Abandonada
Tras la triunfal llegada del 8 de noviembre, arrastrando los vagones con los pasajeros de Mendoza, engalanada con el Escudo y la Bandera nacionales, fue prácticamente abandonada en Las Catitas y allí durmió durante muchos años.
En 1907 el Ferrocarril Gran Oeste Argentino fue adquirido por el Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, BAP, aunque aún se conservan, en postes de alambrado, carteles y también en las vías las siglas FCGOA. Cuando se nacionalizaron los ferrocarriles, en 1948, adoptó el nombre de General San Martín: FCNGSM.
Durante años, la negra máquina, la Nº315, estuvo abandonada en vías muertas de Las Catitas, al aire libre; posteriormente fue trasladada a los galpones del Ferrocarril General San Martín en Mendoza.
Pasaron muchos años, y cuando se iban a festejar los cincuenta años de la llegada del tren, en 1953, se formó una Comisión de Homenaje al Cincuentenario en la que se encontraba un grupo de docentes: Fernando Abbona, Noelia Aróstegui, María Elena Millé, Amanda Quiroga y miembros del Concejo Deliberante, quienes solicitaron que la histórica máquina Nº315 regresara a San Rafael.
Donación
El Ministerio de Transporte de la Nación, gracias a las gestiones realizadas, donó la máquina al pueblo de San Rafael para que la conservara como reliquia histórica. Fue recibida por la Municipalidad de San Rafael como patrimonio de la misma y colocada en el pedestal donde aún hoy podemos observarla.
Durante el corriente año, al remodelarse la zona de la estación, previo a la inauguración de la terminal de ómnibus, fue arreglada y reacondicionada y hoy luce como si fuera nueva, atrayendo a muchos visitantes, especialmente turistas, que gustan de fotografiarse allí.
Patrimonio. La primera locomotora que llegó a San Rafael es hoy parte del patrimonio en la estación del ferrocarril, entre el centro y la nueva terminal.












El último jefe de la estacion reviviendo la historia ferroviaria de la zona, muy emocionado logro relatar.


Hace dos años atras la locomotora de 1880 antes de su restauracion cuando la encontraron en la desidia.

La investigacion:

Cuando en aquella pequeña Colonia Francesa, su fundador y mentor, don Rodolfo Iselín, se reunió con los principales vecinos para tratar el proyecto de traer las vías férreas al sur mendocino, el principal objetivo que se habían fijado era contar con un medio de transporte que les permitiera sacar su producción frutihortícola a través del ferrocarril.

Las consecuencias de la conexión ferroviaria para una localidad determinada es un tema de estudio que puede ser abordada desde múltiples perspectivas. En aquel lejano oasis que era el San Rafael de la primera década del siglo XX, los ríos y canales, en primer lugar y el ferrocarril, en ese orden, fueron los factores que guiaron la colonización y localización de las actividades productivas. Los primeros porque eran esenciales para la instalación del hombre y el desarrollo de la agricultura en un medio árido, el segundo porque dinamizó el espacio productivo. Y esto lo sabían Iselín y sus compatriotas franceses que habían visto como el ferrocarril había impulsado el progreso de su patria y potenciado la agricultura. Por eso, agilizar los trámites y hacer valer sus influencias en los ámbitos del poder fue lo que llevó al rico hacendado a viajar más a menudo a Mendoza y Buenos Aires, con el objeto de prevalecer sobre los otros interesados en llevar a su tierra la punta de rieles como sucedió con los Salas en Cuadro Nacional o Espínola en Pueblo Diamante. 

La historia relata además que la ciudad de San Rafael tuvo en su estación más movimiento de trenes de pasajeros que de carga, ya que estos eran operados en mayor medida en Monte Comán, mientras que aquellos solo pasaban por esta, salvo el caso del tren que partía al ramal de Jaime Prats. Desde la primera década del siglo pasado hasta bien entrada la de los años 30, la comunicación entre San Rafael y la capital de la provincia, no varió sustancialmente, pues los distintos horarios siempre registraban entre 3 y 4 trenes semanales en ambos sentidos con un tiempo de alrededor de seis horas y media, con paradas en todas las estaciones.

Los servicios mejoraron notablemente en 1938, cuando se incorporaron modernas unidades de coches motores Diesel Ganz importadas de Hungría con capacidad para 60 pasajeros, los que redujeron el viaje a un tiempo de 4 horas con dos frecuencias diarias en cada sentido. Esta comunicación se mantuvo hasta 1952 cuando se incorporaron, ya nacionalizados desde el 1 de enero de 1949 el ferrocarril General San Martín, nuevos trenes motores de mayor capacidad, cuyos servicios cesan definitivamente hacia fines de los años 60. En cuanto a la comunicación con la Capital Federal se hizo más directa cuando a partir de 1911 se construyó la vía de Guadales a Buena Esperanza, empalmando en Rufino con la línea general.

El viaje duraba entre 24 y 25 horas, los convoyes estaban dotados de coches dormitorio y corrían tres veces por semana. Recién a comienzo de los años 40, cuando se inicia el turismo masivo, y aprovechando que el tren "El Cuyano hasta la estación Retiro, corría desde 1937 entre Retiro y Mendoza, se utilizó su paso por Rufino para tomar la combinación con el tren a San Rafael una vez por semana que reducía a 17 horas la duración del viaje a nuestra ciudad. Hacia fines de los años 40 se lo bautizó como "El Sanrafaelino" y al otro convoy que era más lento porque se detenía en todas las estaciones, "El Nihuil". 


El Museo Ferroviario:

El Museo Municipal Ferroviario comienza a formarse hacia fines de los Años ´90 como una tentativa de recuperación de espacios comunales con el objetivo de mantener en la memoria colectiva la historia regional.
Luego de acondicionar salas, recuperar elementos que hicieron la Historia del Ferrocarril el Museo empieza a establecerse como tal se reabre en el año 2000.
El mismo está destinado a promover tanto el turismo de la zona como también contribuir a la educación local, por una parte es un atractivo turístico para los visitantes y habitantes del Departamento de San Rafael. Por otra parte es un espacio donde se reciben estudiantes o interesados en general para contribuir con su formación.
El Museo se forma en el edificio de la antigua estación ferroviaria correspondiente al ramal San Martin que se dirigía directamente de Retiro a San Rafael haciendo trasbordo hacia la capital de Mendoza pasando, a su vez, por múltiples estaciones que se ubicaban en diversos pueblos de la zona.
El edificio es el mismo que se construye para la llegada del Tren a dicha localidad en el año 1903, es decir que tanto pisos, paredes, techos, aberturas y muebles son propios de aquel primer periodo de instauración de línea férrea.
En el exterior del museo se encuentra la maquina 315 denominada “La Constructora”, locomotora con la cual fue construyéndose el ramal antes mencionado y que actualmente un muy importante vestigio de aquel periodo. En el entorno se encuentran distribuidos diversos elementos como zorras, carros, bombas, cuerpos de manejo de cambios de vías, etc.
En el interior, el museo cuenta con cinco salas, estas están organizadas de acuerdo a las funciones que se cumplían en cada una de ellas. Así se encuentran:
• Sala de espera con sus respectivas boleterías, en esta se encuentra amoblamiento de la época con fotografías de diversas épocas, remontando así a diferentes periodos de la historia local.
• Además se puedenver 2 taquillas por su interior, las cuales tienen cada una sus características propias, en estas salas pueden verse cajas fuertes, boletero, fechador de boletos, uniformes, entre otros elementos.
• Por otra parte se encuentra la denominada “Sala de Comunicaciones”, en esta se pueden observar elementos como ordenadores viales, telégrafos, faroles de señalización y demás elementos utilizados para las comunicaciones en aquella época.
• Por último se cuenta con la oficina del Jefe de estación, la cual cuenta con amoblamiento típico, fotografías , una mesa de instrucciones utilizada para la preparación de aquellas personas que aspiraban a ser maquinistas, entre otras cosas.
Actualmente el museo está en permanente trabajo para contribuir al constante crecimiento de la muestra histórica. En este sentido existen proyectos de diferentes características para aportar a dicho objetivo. Por ejemplo se está trabajando en un proyecto de investigación enfocado en el avasallamiento de las líneas férreas en San Rafael y la repercusión socioeconómica y cultural en los lugares cuyos habitantes estaban dedicados únicamente a este oficio. También estamos trabajando en un proyecto de rescate de elementos y equipamiento ferroviario de tal manera que podamos seguir protegiendo nuestro patrimonio histórico.



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